Una memoria para la concordia

18 septiembre, 2021 Redactor 0

18-09-2021 Juan José Primo Jurado, Director del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, en su artículo «Una memoria para la concordia», que ha sido publicado en la revista «Nosotros» Pinceladas Culturales para Hinojosa del Duque en su Nº 23, escribe, entre otras cosas, de la constitución en Hinojosa del Duque en el año 1936 de una Junta Pro Paz, integrada por representantes de diversos partidos. Una memoria para la concordia  Juan José Primo Jurado Este mes de agosto se ha inaugurado un monolito en el cementerio “en recuerdo de los ciudadanos de Hinojosa del Duque que perdieron su vida defendiendo la democracia y la libertad”. Es decir, a las víctimas del franquismo. El historiador Francisco Moreno Gómez cifra en 158 las víctimas hinojoseñas de la represión republicana (otros autores ascienden el número a dos centenares) mientras deja en 30 los que perdieron la vida a partir de la toma de la localidad por los nacionales en marzo de 1939. Hace años, en aras de la reconciliación, se  eliminaron los nombres de las víctimas que figuraban en la cruz adosada a la fachada de la parroquia. Ahora, sin embargo, se homenajea a las víctimas del otro bando sin distinción de si, algunos además de víctimas, fueron antes verdugos. Algo no va bien. Se entendería que las familias de aquellas víctimas agraviadas en la memoria, reivindicasen ahora otro monolito con sus nombres en el cementerio. Y así tendríamos dos monolitos para el enfrentamiento. En 1978, España solventó la cuestión de las dos Españas con la reconciliación nacional y la Constitución de la concordia. Nunca más una guerra civil, nunca más hablar solo de unas víctimas y silenciar otras. La Transición salió bien, los políticos pusieron en negro sobre blanco la reconciliación y ganas de libertad que el pueblo español ya había alcanzado en la práctica. Hoy, sin embargo, hay partidos empeñados en tirar todo lo construido desde entonces y políticos desbordados para parar esa marea de insensatez. Hinojosa del Duque tuvo una experiencia traumática en la Guerra Civil, siempre en primera línea de frente, con todo lo que ello conlleva de desplazados, bombardeos y víctimas de una represión irracional por ideas y venganzas. Y, sin embargo, dejó para la historia un hermoso intento de armonía. Tras los terribles sucesos del 27 de julio de 1936, con más de 60 muertos, incluidos 11 rehenes fusilados sumariamente en la Cruz de la Torrecilla, se constituyó en Hinojosa una Junta Pro Paz, integrada por representantes de diversos partidos: “Todos unidos hemos de estar en el triunfo como en la desgracia, que nunca se manchen nuestras manos con sangre generosa de nuestros hermanos. Todos unidos defenderemos nuestro querido pueblo de los embates de la Guerra Civil. No [leer más]

Feria de San Agustín: pasado y futuro

28 agosto, 2021 Redactor 0

28-08-2021 Juan José Primo Jurado, en su artículo «Feria de San Agustín: pasado y futuro», que ha sido publicado en «Nosotros» Pinceladas Culturales para Hinojosa del Duque en su Nº 22, nos lleva a la Feria de San Agustín de  Hinojosa del Duque. Feria de San Agustín: pasado y futuro Juan José Primo Jurado La Feria de San Agustín de Hinojosa del Duque, celebrada en torno a la festividad de este santo, el 28 de agosto, tiene un origen histórico vinculado al mundo de las ferias de ganado. El más antiguo documento que hemos encontrado y nos habla de ella es el libro “La ilustre y noble villa de Hinojosa del Duque” del padre Juan Ruiz, que afirma: “Fue pionera, a escala nacional, durante el siglo XIX y parte del siglo XX. Se la llamaba la Gran Feria, que era como la llamaban los gitanos, únicamente comparable en aquella época con la de Sevilla, según ellos; por lo escogido del tiempo para los labradores y ganaderos, entre una cosecha y otra; por lo hermoso del emplazamiento; y por lo céntrico de la localidad, entre Andalucía, Castilla y Extremadura”. Sin duda eran argumentos importantes para comprender el éxito de la feria. En el propio libro del padre carmelita se nos ofrecen unos interesantes datos oficiales sobre el volumen de ganado que se movió en el bello ruedo del Pilar en la Feria de 1920. Las afirmaciones sobre la magnitud de la Feria no eran gratuitas: 580 caballos, de los que se vendieron 300; 8.000 mulas, con 4.000 vendidas; 4.500 asnos, con 2.000 vendidos; 1.400 vacas, con 600 vendidas; 5.000 cerdos, con 3.000 vendidos; 300 cabras, con 100 vendidas; y 10.000 ovejas, resultando vendidas 8.000. En total casi 30.000 cabezas de ganado participantes, de las que fueron vendidas 18.000. La nota del Ayuntamiento hinojoseño añadía: “La oferta ha sido de relativa importancia en el ganado mular, caballar y asnal, cerda la demanda bastante buena y en las demás clases mediana”.  Como en otros lugares, la feria ganadera traía consigo una celebración religiosa y espacios habilitados para residir los feriantes y recintos para comer, beber y divertirse los visitantes. Además, el dinero que se movía era notable y el ambiente festivo y alegre requería “remojar” los tratos al cerrarlos. También, como en otros pueblos, al declinar el sector ganadero, la feria de ganado desapareció, pero permaneció la parte lúdica. Por eso, si hoy afirmamos que el origen de la Feria de San Agustín fue la feria ganadera, cabría preguntarse que dentro de cien años a qué achacarán los hinojoseños de entonces la pervivencia de su feria. Quizás a los factores inalterables tanto en el año 1921, como en el 2021 ó en el futuro [leer más]

Los caballitos que “subían y bajaban”

26 agosto, 2021 Redactor 0

26-08-2021 El hinojoseño, Luis Murillo Moreno, es novelista, guionista de cine y televisión, en su artículo Los caballitos que “subían y bajaban”, que ha sido publicado en «Nosotros» Pinceladas Culturales para Hinojosa del Duque en su Nº 22, nos acerca a la Feria y Fiestas de San Agustín de la localidad de Hinojosa del Duque. El artículo se puede leer a continuación. Los caballitos que “subían y bajaban” Luis Murillo Por sugerencia de Antonio Gil, mi colaboración para el mes de agosto va a versar sobre algunos de los recuerdos que anidan en mi memoria respecto a la feria de San Agustín. Unos días que suponían todo un acontecimiento en Hinojosa, tanto por el regreso masivo de los hinojoseños que trabajan fuera del pueblo, como por los centenares de “tratantes de ganado” que se acercaban a comprar y vender caballos, mulas y otros animales de labranza. El punto álgido de la feria era el día que las familias al completo salían a “enferiarse”. “Enferiarse” equivalía a comprarse un regalo especial: unos zapatos nuevos, un reloj, una medalla y/o pendientes de plata/oro, turrones de todos los gustos, etc. Y, por supuesto, juguetes de todo tipo entre los que se encontraban los caballos, que eran mis preferidos. Todos los años yo quería el caballo de cartón más grande que había en el “puesto”, y todos los años mis padres me convencían de que estaba reservado para la guardia civil. Otro recuerdo de mi infancia radicaba en que cada día mis padres me daban una peseta “para gastármela” en los “caballitos”, como se denominaba genéricamente a todas las atracciones que se instalaban junto al paseo. Llegaba a media tarde con mi peseta, me compraba un polo, disfrutaba una vez en los “caballitos que suben y bajan” y se me terminaba el presupuesto del día. Y el resto del tiempo, a pasear y mirar, a mirar y pasear… La monotonía anterior solo se rompía la noche que iba al cine. Generalmente para ver una película de James Bond. Indefectiblemente, cada año se estrenaba una cinta de la exitosa saga que comenzó con “Agente 007 contra el doctor No” y siguió con “Desde Rusia con amor”. Saga a la que debo en buena parte mi pasión por el cine. Por último, quiero cerrar estos recuerdos con una aportación personal a la feria que tuvo una gran trascendencia. Desde muchos años atrás, la feria de San Agustín se celebraba del 28 de agosto al 2 de septiembre. Sin embargo, a raíz de la masiva emigración a tierras catalanas y sureuropeas, se comenzó a producir una disfunción que afectaba tanto a la feria en sí como a los vecinos que venían de tierras lejanas a pasar las fiestas [leer más]

Patrimonio con encanto

26 julio, 2021 Redactor 0

26-07-2021 Sara Aranda, es Guía de Patrimonio, en su artículo «Patrimonio con encanto», que ha sido publicado en «Nosotros» Pinceladas Culturales para Hinojosa del Duque en su Nº 21, nos lleva a conocer «el arraigo  religioso que ha permanecido en Hinojosa del Duque durante siglos, especialmente a la devoción de Santa Ana…», como dice al principio de su artículo. El artículo se puede leer a continuación. Patrimonio con encanto Sara Aranda En Hinojosa del Duque el arraigo religioso se ha perpetuado a través de los siglos, muestra de ello es la devoción a Santa Ana, cuya festividad se celebrará el próximo 26 de julio. Su ermita es un signo elocuente del fervor popular que desde finales de la Edad Media se ha perpetuado hasta nuestros días. Tras la conquista cristiana, surge en el Norte de Córdoba una tipología de ermitas sencillas, de bella traza gótica, relacionadas con las cañadas reales que desde Castilla llegaban hasta Andalucía y Extremadura. Este modelo arquitectónico comenzó a difundirse, desde finales del s. XIII hasta el s. XVI por las villas de Los Pedroches, gracias al paso de estas vías pecuarias por la comarca, hecho por el que son conocidas como “ermitas serranas de la Mesta”. Poblaciones como El Viso, Dos Torres, Conquista, El Guijo e Hinojosa tienen a Santa Ana entre sus principales devociones. La ermita guarda el encanto de nuestros orígenes como pueblo, pues es modelo y símbolo de un templo sencillo para un pueblo sencillo. Fue restaurada por la Escuela Taller Sulía, en la década de los 90 del siglo pasado. Se trata de un edificio de planta rectangular y nave única. En su interior, dos peldaños separan la nave del presbiterio, que acoge las imágenes de Santa Ana y la Virgen en una hornacina de estilo gótico flamígero. Presenta cubierta de madera a dos aguas, articulada mediante cinco arcos apuntados de diafragma que reducen los empujes que ejerce la cubierta, y que tienen su reflejo exterior en potentes contrafuertes unidos mediante arcos, formando pequeños portales utilizados desde antiguo para cobijarse. Posee doble puerta de acceso, la principal, situada a los pies del templo, está realizada con sillares desiguales de granito. El acceso está formado por un arco carpanel con molduras, enmarcado con alfiz con los flancos rematados por pequeñas ménsulas, y cruz central en relieve. Corona el conjunto una espadaña de ladrillo con arco de medio punto y cornisas horizontales. Hasta mediados del siglo XIX, la calle Sol, que discurría perpendicular al ábside de la ermita de la Virgen del Castillo, conectaba la plaza de la ermita de Santa Ana con la plaza principal de la Villa. En las casas anexas a la ermita existió hasta mediados del siglo XIX el hospital de [leer más]

Hinojosa del Duque, entre franciscanos y carmelitas

16 julio, 2021 Redactor 0

16-07-2021 Juan José Primo Jurado, es Director del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, en su artículo «Hinojosa del Duque, entre franciscanos y carmelitas», que ha sido publicado en «Nosotros» Pinceladas Culturales para Hinojosa del Duque en su Nº 21, nos acerca a conocer las relaciones de los franciscanos y los carmelitas con Hinojosa del Duque. El artículo se puede leer a continuación. Hinojosa del Duque entre franciscanos y carmelitas Juan José Primo Jurado Desde hace 430 años, una misma ubicación hinojoseña ha sido ocupada, sucesivamente, por dos órdenes religiosas, importantes en la historia universal en general y en la de la Iglesia en particular. Cabría preguntarse, hoy, qué ha quedado de los franciscanos en Hinojosa del Duque y qué quedará de los carmelitas, si algún día se van, pues ya sabemos que recientemente sobrevoló la posibilidad de su marcha, siendo el convento de Córdoba capital el que cerró para que siguiese el hinojoseño. A la primera pregunta la respuesta es, aunque parezca increíble, que nada material queda del paso de los franciscanos por nuestro pueblo. Desde 1591 a 1835 existió el convento de San Diego, perteneciente a la franciscana Provincia de los Ángeles. La desamortización de Mendizábal exclaustró a la comunidad y la piqueta demolió poco después la ruina del monasterio. Durante años el callejero, al menos, lo recordó con su nombre, calle San Diego. Tras varios cambios de denominación hoy, por ignorancia o falta de sensibilidad, se llama Corredera, salvo un callejón, Pasaje San Diego, que algún edil con lucidez rescató para la memoria hinojoseña. La devoción a la Inmaculada Concepción, tan fomentada por los franciscanos y que brilló con fuerza, pervive en las madres concepcionistas, cuyo convento fundado en el siglo XVI fue puesto bajo la jurisdicción de los franciscanos. De los nombres de aquellos frailes nos queda la reseña generosa que el padre Juan Ruiz les dedica en su libro de 1922. Los carmelitas llegaron en 1890 a ocupar ese mismo espacio físico y espiritual. Si los franciscanos arribaron respaldados por los poderosos condes de Belalcázar, los carmelitas lo hicieron por el obispo de Córdoba de entonces, Sebastián Herrero, que a la sazón era natural de Jerez de la Frontera, donde había conocido la obra de los hijos del Carmelo. Los carmelitas, como los franciscanos, son una orden con clara vocación popular y fomentaron las actividades lúdicas y culturales con las gentes sencillas, con quienes conectaron rápidamente. Y en la devoción trajeron a la Virgen del Carmen, con un éxito indudable que ha llegado hasta nuestros días y que estalla con júbilo cada mes de julio. La también excelente labor educativa carmelitana se plasmó en su colegio, pero este desapareció en 1967, de forma tan oscura como extraña, y [leer más]

El Corazón de Jesús en la historia hinojoseña

11 junio, 2021 Redactor 0

11-06-2021 Juan José Primo Jurado, es Director del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, en su artículo «El Corazón de Jesús en la historia hinojoseña», que ha sido publicado en «Nosotros» Pinceladas Culturales para Hinojosa del Duque en su Nº 20, nos acerca al hecho histórico relacionado con el Corazón de Jesús y la localidad de Hinojosa del Duque. El artículo se puede leer a continuación. El Corazón de Jesús en la historia hinojoseña Juan José Primo Jurado      Junio, religiosamente, es el mes del Corazón de Jesús. Su culto en España arranca en Valladolid en 1733, cuando Bernardo de Hoyos, seminarista en el colegio San Ambrosio de los jesuitas, recibió la aparición del Corazón de Jesús con la promesa: “Reinaré en España y con más veneración que en otras muchas partes”. Las expulsiones de los jesuitas retrasaron la devoción, pero esta se retomó en la segunda mitad del siglo XIX, en sintonía con el impulso dado por la Iglesia en el Vaticano I. En España el despliegue del fervor fue espectacular.      La imagen se recibía con amor en las familias (placas en las puertas, figuras en el salón de la casa) y en muchas ciudades y pueblos se levantaron estatuas públicas. En Hinojosa del Duque, rematando la espléndida fachada principal de la parroquia de San Juan Bautista, se colocó en 1900 una imagen de piedra del Corazón de Jesús. Y en el nicho existente en el segundo cuerpo de la fachada, se instaló una inscripción que rodeaba circularmente un relieve del Corazón de Jesús: “Jesucristo Dios Hombre Vive Reina e Impera. Año 1900”. La devoción tuvo un momento estelar con la Consagración de España al Sagrado Corazón el 30 de mayo de 1919. El propio rey Alfonso XIII leyó la consagración en el Cerro de los Ángeles.      La implantación del reinado social de Cristo pretendía lograr una especie de reconquista cristiana de la sociedad. La fiesta de Cristo Rey establecida por Pío XI (1924) dio mayor impulso a esta corriente, con movilizaciones para visibilizar la fe católica en un mundo que se escapaba al control de la Iglesia. Procesiones multitudinarias, con cánticos, arengas y estandartes. Existen numerosas crónicas de aquellas manifestaciones entusiastas y sinceras, pero la veneración se mezcló a veces con un acusado sentimiento de exaltación política. En la República, la frase “Reinaré en España” llegó a polarizar las mentalidades de las derechas y las izquierdas. La consecuencia fue que la izquierda interpretó aquel fervor como un signo clerical, que merecía ser combatido políticamente. En la Guerra Civil fueron muchos los combatientes del bando nacional que llevaban un pequeño escapulario con el lema “Detente bala, el Corazón de Jesús está conmigo”, mientras en el [leer más]

“Vírgenes peregrinas”

18 mayo, 2021 Redactor 0

18-05-2021 Sara Aranda, Guía de patrimonio, en su artículo «Vírgenes peregrinas», publicado en «Nosotros» Pinceladas Culturales para Hinojosa del Duque en el Nº 19, nos introduce en las romerías marianas que se celebran en Los Pedroches, especialmente dedica su atención a la Virgen de Guía, que cada primer domingo de mayo llega a Hinojosa del Duque. El artículo se puede leer a continuación. “Vírgenes peregrinas” En consonancia con la primavera, con nuestras romerías, y para profundizar en las singularidades de esta frontera cultural que son Los Pedroches, hoy dedico estas líneas a las “Vírgenes peregrinas”, aunque con mayor atención a la más cercana, la Virgen de Guía. Desde la conquista de Toledo, en el año 1085, Los Pedroches fueron tierras de frontera hasta que Córdoba fue tomada por las armas de Fernando III, en 1236. Esta circunstancia acabó configurando un territorio de encuentro entre tradiciones culturales castellanas, extremeñas y andaluzas. Este cruce de identidades se ha manifestado en sus romerías, que han preservado un patrimonio peculiar, sin parangón en el resto de Andalucía. Algunas de nuestras romerías presentan dos particularidades heredadas de Castilla: son ermitas e imágenes supra comunales, vinculadas a poblaciones que compartieron territorio. En ellas se entremezclan fervor, convivencia, concordias y conflictos. Buena muestra de lo anterior es la ermita e imagen de la Virgen de Gracia de la Alcantarilla, en Belalcázar, que en otros tiempos compartió cultos con Hinojosa; la Virgen de las Cruces, en El Guijo, que hasta el siglo XIX compartieron Santa Eufemia y Torrecampo; la Virgen de Luna, venerada en Pozoblanco y Vva. De Córdoba, y ubicada en tierras mancomunadas de las Siete Villas, donde anteriormente también acudía Pedroche; y la Virgen de Guía, la más peregrina de todas, que hasta el siglo XIX estuvo dentro de los amplios límites del término de Hinojosa. La comparten cinco poblaciones: Villanueva del Duque y Alcaracejos (de los que es Patrona), Fuente la Lancha, Dos Torres e Hinojosa del Duque. La imagen actual es copia de una pequeña talla conocida como “socia belli” (compañera en las batallas, a cuya protección se acogían los guerreros llevándola en el arzón de la silla de montar). La Virgen peregrina por las poblaciones que comparten su devoción siguiendo unos rígidos estatutos. Por otro lado, también forman parte de sus singularidades la existencia de hermandades militares con directivas formadas por un capitán, alférez, sargento y tamborilero, que portan símbolos distintivos. Destaca, además, su atuendo formado por levita y pantalón negro, chaleco, corbata, mascota y escopeta con la que realizan las salvas. Estas hermandades militares de la Virgen de Guía se han conservado en Alcaracejos y Dos Torres, pero han desaparecido en el resto de localidades. En nuestras romerías, pasado y presente se dan [leer más]

Cristo yacente

2 abril, 2021 Redactor 0

02-04-2021 Juan José Primo Jurado, Director del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, en su artículo El Santo Sepulcro, publicado en «Nosotros» Pinceladas Culturales para Hinojosa del Duque en el Nº 17 nos lleva a conocer como nacía la primera hermandad de Semana Santa en Hinojosa del Duque, que se puede leer seguidamente. Miradas al presente El Santo Sepulcro Los años de la guerra civil de 1936 laminaron material y socialmente la incipiente Semana Santa de Hinojosa del Duque. En la inmensa tarea de reconstrucción tras la contienda, el párroco de San Juan y arcipreste del pueblo, Juan Jurado Ruiz, priorizó el propio templo de San Juan Bautista, la adquisición de una nueva imagen del Santísimo Cristo de las Injurias -la gran devoción hinojoseña- y la constitución de la Hermandad de San Sebastián para recuperar dicha ermita al culto. Logrados estos tres objetivos, en 1949 se orientó a iniciar la recuperación de la Semana Santa, consciente de la necesidad de reconstruir ese aspecto de la religiosidad popular. Narra el libro de actas de la Hermandad del Santo Sepulcro de Hinojosa del Duque que el 26 de mayo de ese año, en la Casa de Acción Católica, “bajo la presidencia del señor cura párroco don Juan Jurado Ruiz y los señores coadjutores don Antonio Moreno Barbero y don Agustín Moreno Obrero, se reúnen al llamamiento hecho por el señor párroco, a propuesta de algunos señores de la localidad para la reorganización de la Antigua Cofradía del Santo Sepulcro, (…) Dio como resultado la fundación de la nueva Cofradía del Santo Sepulcro”. Ese mismo día, don Juan explicó “lo que es la devoción y solemnidad de los días de Semana Santa y el vacío que produce en una ciudad como la nuestra que su fervor religioso no se manifiesta públicamente por falta de un paso del Santo Sepulcro”. El propio párroco señaló a los miembros de la nueva hermandad los escultores a los que podían dirigirse para pedir presupuestos de una imagen. Se eligió a Félix Granda, por ser conocido en Hinojosa tras haber realizado el retablo mayor de la iglesia de San Juan, inaugurado dos años antes. El 1 de agosto de 1949 se reunía de nuevo la Hermandad del Santo Sepulcro y acordaba adquirir una talla de Cristo yacente realizada por los Talleres de Arte de Granda, en Madrid, “valorada en 35.000 pesetas y que según informe del hermano don Antonio Cerezo está totalmente terminada y de no darse a esta hermandad deprisa, puede ser adquirida por otros”. La bellísima imagen es de madera tallada y policromada, de tamaño natural (0,70 x 1,85 x 0,16 m.) dispuesta sobre un lecho, con colchón y almohada. Jesús muerto aparece desnudo, aunque envuelto parcialmente [leer más]